Conforme voy avanzando en técnicas de productividad, he notado cierto odio que persiste en la mente de muchos hacia las personas que nos encanta hablar de productividad.
Nos envuelven en cierto sesgo optimista en considerarnos falsas y suelen decirnos “obsesivas” o “adictas al trabajo”, cuando simplemente estás buscando darle sentido a tu vida.
O, al contrario, ser uno de los que odian la productividad por considerarte que eres la persona más improductiva por no hacer tanto como lo hacen los que tú consideras “personas productivas”.
La frustración de los improductivos
Compararse jamás es bueno, pero es inevitable sentirte así cuando no conoces realmente lo que es sentirte y ser productiva.
Pero, seguramente has estado disfrutando los frutos de un día productivo mientras estás acostada en la noche y contando la lista de tareas que realizaste. Y anhelas que el día siguiente sea así, pero de repente vuelves a la rutina de lo que tú consideras ser improductiva.
No obstante, el camino hacia la productividad puede llegar a ser difícil. Ser productiva es una combinación de ciertas medidas que tú tomas probando cómo tu cuerpo y mente reaccionan ante ello para mantenerte enfocada y ser estratégica.
Y algunas veces esos métodos que tú usas no hacen más que empujarte hacia el agotamiento e incluso frustrada.
El resultado del fracaso no es más que el estancamiento que sufres. Y muchas personas se quedan ahí… justamente ahí, para decir a los demás que X método no funciona, porque a ellos no les funcionó o ser un elemento negativo hacia quienes quisieran intentar algo nuevo en sus vidas.
Sigue leyendo estos útiles consejos de productividad para cambiar tu forma de pensar y uses cada uno de estos consejos para encontrar la forma más eficiente de sentirte productiva.
Los Trucos y Secretos detrás de la Productividad
La productividad no se trata necesariamente de trabajar rápido, se trata de maximizar tu producción por el tiempo y el esfuerzo que has invertido. Es decir, trabajar inteligentemente y no duro.
Aunque suene complejo, no es cosa del otro mundo. Es más cuestión de estudiar e implementar.
Este día aprenderás a matar tu odio a la productividad y crear tu propio sistema para hacer la mejor versión productiva de ti.
1. Acepta las partes de ti que son improductivas y sigue adelante
La primera cosa que he respetado desde que decidí ser productiva y ha sido a puros golpes es el dejar de culparme por ser improductiva.
Aquí es donde muchos, a pesar que escogen su método de productividad favorito flaquean. Es una parte psicológica dentro de ti que debes aceptar si un día no fuiste productiva y optar por alejarte de dicho sentimiento negativo.
Juzgarte a ti misma solo empeoras las cosas. Te lo doy como garantía, sigue culpándote porque pasaste el día viendo redes sociales y con el tiempo, esto puede conducirte a la frustración.
Parte de ser productiva es darte el derecho a las horas libres como parte de una compensación y apremio contigo misma.
Es por ello que, a los que suelen odiar la productividad, suelen odiar sentirse que se odian a sí mismos por el tiempo libre. Prefieren asumir que los que son productivos los juzgarán por no estar dentro del “club productivo”.
La realidad es todo lo contrario. Quien es productivo no tiene porqué juzgar las decisiones de otros.
2. Prioriza lo que importa (y deshazte de lo que no)
Comienzas tu día y piensas: “hoy haré que mi trabajo sea productivo”. Enciendes la computadora y sientes que hay una ENORME cantidad de cosas por hacer, te abruma y no sabes por donde comenzar.
Y sucede que, cuando menos lo piensas, tienes 12 ventanas abiertas de todas las cosas que hay por hacer.
Antes que sigas en la desesperación y que te encuentras con las ganas de abrir Twitter, respira profundo y anota todo lo que tengas qué hacer. Piénsalo por un momento, tu subconsciente está tratando de decirte que todas esas actividades que has anotado no son prioridad.
Ahí es cuando comienzas a priorizar qué actividad tiene una urgencia máxima para hacer hoy y cuales pueden ir los días siguientes.
Las personas que odian la productividad usualmente toman cualquier cosa con tal de sentirse “productivos”.
Pero recuerda que estar ocupada, jamás significa ser productiva.
3. No seas multitasking y bloquea los distractores
Nuestros cerebros están hechos para enfocarse en múltiples cosas a la vez. Es algo completamente natural. El problema es que, cuando tu cerebro va en modo automático no asocia qué actividades son prioridad y qué son distractores.
Con solo el hecho que veas una notificación de correo mientras estás trabajando exhaustivamente en un proyecto, es un distractor.
Tómate unos minutos antes de comenzar esa actividad principal en revisar mensajes y si es posible, ponte un cronómetro. Luego bloquea todos estos distractores hasta que culmines lo que de verdad te es prioridad realizar en ese día.
Si sientes que necesitas ayuda adicional para lidiar con las distracciones, puedes ver mis recomendaciones de bloqueadores de distracción que tengo para que seas productiva de una vez por todas.
4. Agenda para mantener tu enfoque, pero no te satures
Estudios afirman que nuestro cerebro solo puede concentrarse efectivamente en una actividad en específico durante una hora aproximadamente. Después de eso, la productividad comienza a decaer.
Si eres alguien que deba trabajar en su laptop, te vendrá a bien la técnica pomodoro de la cual he recomendado altamente para sumergirte en una zona productiva mientras dejas atrás todos los pensamientos que te distraen.
La presión no nos hace odiar la productividad, al contrario, nos ayuda a hacer más y crea un efecto gratificante.
Cuando acabes de estar en dicha actividad, date ese descanso que mereces. Haz un ejercicio rápido, estírate, ve por agua, camina un poco… todas estas acciones son revitalizantes para tu cuerpo y mente.
Es difícil odiar la productividad en un cuerpo que se siente renovado.
5. Manda al carajo tu actividad que ES PRIORIDAD
Este sonará como el consejo más contradictorio que te puedo dar, pero tendrá sentido cuando lo entiendas.
Tienes frente a ti esta actividad que debe depurarse de una vez por todas y sientes que debe ser en este justo instante… Pero también sientes desde hace días que tu mente se resiste a no querer hacerla.
Y estás ahí forzándote durante varias ocasiones a hacer eso que quizá, simplemente no te gusta.
La frustración te hará rápidamente odiar la productividad una vez más.
Debes pensar, antes de tomar dicha actividad que te es urgente, si tu mente necesita tomar un descanso o trabajar en el problema más tarde… o nunca.
Quizás este consejo sonará un poco perdido para algunas. Pero para quienes en específico trabajan en áreas de diseño o afines habrán pensado más de una vez que “las musas no han venido” para inspirarte en hacer dicho trabajo.
Cuando la realidad es que muy probablemente estés agotada de haber trabajado sin descanso hace una semana y tu cuerpo hoy decida tomar factura.
Tómate las cosas con calma. Anticípate a lo que tu mente te quiere intentar decir. Medita cómo harás para reponerte y cuando te sientas plena tú sabrás si retomas dicha actividad con todas las ganas o la abandonas si sabes que no lo haces porque realmente quieres.
6. Cuida tus pensamientos… y tu cuerpo
En algunas ocasiones, lo único que necesitarás será una buena comida antes de comenzar. Otros descubren que son más productivos mientras ayunan.
Estudios indican que el ejercicio físico nos ayuda a aumentar los niveles el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), lo cual te vuelve más inteligente.
Dormir lo suficiente es crucial para tu rendimiento. Cuida tu cuerpo tanto como sea posible para alcanzar el potencial de productividad que tú deseas.
Mi recomendación personal en este punto es comenzar yoga. Un ejercicio tan completo como equilibrar tu cuerpo y mente para hacerte sentir mejor. Si eres principiante en el mundo del yoga, prueba esta lista de reproducción hecha por la entrenadora Elena Malova y así verás los beneficios de practicar yoga.
Debes analizar en que, si estás en un estado de ánimo bajo o deprimida, es porque tu cerebro no está dando todo su esfuerzo y sentirse como un fracaso nunca ha ayudado a nadie a dejar de odiar la productividad.
7. Construye tu ruta con pequeñas metas diarias
¿Te cuesta comenzar un lunes o simplemente comenzar un proyecto nuevo? Quizás el único secreto aquí encubierto es que has perdido el impulso o simplemente no conoces tu potencial.
Si es muy difícil para comenzar cualquier actividad, te aconsejo partir por victorias fáciles y eliminarlas de la lista.
Somos seres programados para buscar recompensas, por lo que tiene sentido que la forma más rápida de dejar de odiar la productividad es recompensarte por tu trabajo que estás realizando, sin importar lo pequeño o poca cosa que lo veas.
Este impulso positivo eleva tu estado de ánimo y te ayuda a dar el siguiente paso.
8. Visualiza el triunfo de tus metas
Muy a menudo odiamos la productividad porque estamos enfocadas en lo doloroso que sería fracasar y nos hace perder cierto empuje productivo. En lugar de ello, primera regla de la autoestima NO TE COMPARES. En segundo lugar, cambia tu mentalidad de pensar en lados malos y enfócate en la recompensa que este traerá consigo.
Visualiza tu éxito. ¿Qué vas a ganar cuando realices X proyecto o actividad? Bajo mi experiencia te diría que entre más programo actividades o proyectos nuevos, me da la visión de la cosecha de recompensas.
Es decir, se me hace más fácil en cada paso visualizar lo que he ganado: amistades, lecciones, mentores, que en sí enfocarme que el fracaso me traerá tristeza o lástima de mis allegados.
La primera vez pueda que duela mucho si has fracasado, pero entre más vas avanzando la curva de aprendizaje se eleva y te da una mejor apreciación de lo que tú vales y de lo que estás segura quieres ser.
Centrarte en el éxito en lugar de la lucha por alcanzarlo hace que sea mucho más fácil no odiar la productividad.
9. Crea tu ambiente productivo
Luego que has probado cómo tu cuerpo y mente se siente al estar productiva durante un buen tiempo, se te revela una nueva proeza: que tu entorno incide en un profundo efecto a tu productividad.
Tener una habitación limpia y un espacio de trabajo que te invite a trabajar ayuda a muchas personas a concentrarse.
En otras ocasiones puede también implicar dejar ir ciertas amistades que no están ayudando a que tú logres tus sueños de superación personal.
No es fácil cortar amistades, tampoco considero es sano vivas en soledad, pero siempre busca personas que te motiven a mantener vivo tus sueños personales y corta de raíz a personas que drenan tu energía y te hacen perder tu enfoque.
¿Estás lista para ir a la acción? Comienza desde ahora, sin ataduras. No estás sola, muchas estamos en este mundo intentando darles sentido a nuestras vidas gracias a la productividad.
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Estoy muy de acuerdo en que el descanso es parte de la productividad, porque al final, el propósito de la productividad es llevar una vida plena y feliz, y por lo tanto, el equilibrio es importante.
Creo que una razón por la cual muchas personas odian la idea de productividad es porque muchas veces la sociedad crea una imagen de “productividad” errónea, que es la que va ligada a la adicción al trabajo, usan frases como “estar con las pilas puestas todo el tiempo” como si una persona pudiera ser un robot. Vender el multitasking como algo bueno es lo peor que veo hoy en día, y me encanta que lo menciones como algo que no ayuda.
Al contrario, la verdadera productividad se trata de dedicarte a ti mismo como persona, darle tiempo prioritario a tus pasiones e intereses, cumplir tus obligaciones porque son parte de la vida, pero sin dejar que te consuman, incluso es pasar tiempo con seres queridos.
!Saludos Alessia!
¡Gracias, Michy! ciertamente has resumido a grandes rasgos el mensaje que yo quería dejar. Ser multitasking es lo peor si te quieres sentir plenamente contigo misma y la productividad va más allá de cuanto uno vale por su trabajo. 🙂